ENTRENAMIENTO, MORTALIDAD Y ESPERANZA DE VIDA.
¿Qué relación existe entre Entrenamiento y Esperanza de Vida?
¿Es demasiado tarde para iniciar un programa de entrenamiento y beneficiarme de ello?
Hoy vamos a hablar de cómo influye el ejercicio en nuestra esperanza de vida.
Existen estudios que evidencian que la realización de ejercicio de una intensidad moderada o fuerte, reduce el riesgo de mortalidad y aumenta la Esperanza de Vida.
Una revisión de 70 estudios (con 1,5 millones de sujetos) manifestó que el aumento de la Esperanza de Vida era de 5 años para los sujetos entrenados.
El riesgo de mortalidad, incluyendo todas las causas y enfermedades no transmisibles, se redujo en un 31 % en aquellos sujetos que realizaban entre dos y tres sesiones semanales de entrenamiento de intensidad media o fuerte.
En dichos estudios también intentaron consensuar la dosis mínima para aumentar esa Esperanza de Vida y reducir ese riesgo de mortalidad. Según sus valoraciones, 90 minutos semanales de intensidad media a fuerte ya tienen repercusión sobre estos factores.
También llegaron a la conclusión final de que lo más importante es la adherencia al entrenamiento, ya que para conseguir mejorar estos factores lo más importante es perpetuarlo en el tiempo. Para ello es muy importante mostrar objetivos alcanzables, como pueden ser dos o tres veces a la semana, para no caer en la desmotivación y abandono del entrenamiento.
¿Qué ocurre con la tercera edad? ¿Es demasiado tarde para empezar a entrenar?
Se puede llegar a pensar que si no he tenido una vida activa, estos valores ya no van a serme útiles. Sin embargo, se ha demostrado que también aumenta la Esperanza de Vida en pacientes donde el inicio de la actividad física o el entrenamiento ha sido a una edad más tardía.
Existe una revisión de varios estudios que engloban a más de 100.000 pacientes mayores de 60 años, en el que se concluye que no realizar actividad física de manera regular (90 minutos semanales) aumenta en un 22 % el riesgo de mortalidad. Además, a mayor cantidad de actividad física mayor es ese porcentaje. Los pacientes mayores de 60 años que llegaron a 150 minutos semanales redujeron un 6 % más ese riesgo de mortalidad.
¿Qué ocurre con el entrenamiento de Fuerza?
Mientras que un bajo nivel de condición física cardiorrespiratoria se ha relacionado directamente como un fuerte predictor de la mortalidad, los niveles bajos de fuerza se relaciona directamente con la capacidad funcional de nuestro cuerpo.
Por esta razón, y porque la fuerza y la masa muscular disminuye de manera natural con la edad, los programas de fuerza son absolutamente necesarios para conseguir un cuerpo saludable y útil.
En resumen, si queremos vivir más y con mejor calidad de vida debemos realizar 90 minutos de actividad media a vigorosa, incluyendo ejercicios de fuerza como la base den entrenamiento.